Para aprender a escribir es necesario controlar los movimientos de nuestras manos, tener fuerza para sujetar un lápiz y la suficiente destreza como para dibujar trazos complejos. Cualquier ejercicio que practique la motricidad fina (como hacer puzles, o clasificar por colores) ayuda a desarrollar estas habilidades.
Antes de probar a dibujar letras, es una buena idea practicar con trazos verticales, horizontales, oblicuos, en zig-zag y en espiral. Pueden seguir estos trazos con los dedos, con pegatinas, plastilina, piedras o cualquier pieza pequeña, con tizas o lápices de colores, sobre el papel, una pizarra o incluso sobre arena. Las combinaciones son múltiples.