Además de a las listas, soy fan de las reglas matemáticas aplicadas a la vida cotidiana. Creo que simplifican y facilitan la organización de nuestro día a día. Ahora que estrenamos año y con la temida cuesta de enero sobre las espaldas, parece una buena idea empezar con esta sencilla fórmula. Creada por la senadora y antigua profesora de la Universidad de Harvard Elizabeth Warren, sus números se refieren a la manera en la que distribuimos nuestros ingresos:
- El 50 % del sueldo se dedica a cubrir los gastos básicos o fijos, como la hipoteca o el alquiler, las facturas de agua, gas o electricidad, teléfono e Internet, la cesta de la compra o el transporte.
- El 20 % del sueldo se destina al ahorro, para conseguir un buen colchón con el que afrontar imprevistos y para lograr nuestras metas financieras, como adquirir una vivienda, lanzar un negocio o planificar la jubilación.
- El 30 % restante es el destinado a los gastos prescindibles o de libre elección, más relacionados con nuestro estilo de vida y el tiempo de ocio, como la compra de ropa y accesorios, los regalos a familiares y amistades, los viajes o comer y cenar fuera de casa habitualmente.
Todo lo que sobre de la primera o última categoría debería destinarse a incrementar el monto del ahorro. Lo mejor para sacar el máximo partido a esta regla es contar con una aplicación que nos organice los gastos. Así sabremos exactamente dónde y cómo gastamos nuestro dinero.
Imagen de Fabian Blank en Unsplash.